Hacer la señal de la cruz para iniciar la corona Dolorosa
Dios amado y padre celestial en el cielo infinitamente devotos a ti damos señales de gozo.
Por haber escogido a tu abnegada discípula la santísima Virgen María Como Madre Dolorosa como instrumento solicito de tus planes para nuestra redención.
Humillados y llenos de regocijo observamos desde nuestra morada tu dolor, amantísima Virgen María Madre de Jesús. Ilumina nuestro camino con tus buenos oficios para que seamos tus devotos seguidores en la tierra
PRIMER DOLOR – La profecía de Simeón
Aunque las palabras turbulentas que te fueron ofrecidas, hirieron profundamente tu corazón sobrellevaste la carga con amor y compasión, míranos con tu infinito y humilde amor y haznos merecedores de tu gracia y tu perdón.
Padre Nuestro
Siete Ave Marías.
SEGUNDO DOLOR- Huida a Egipto con Jesús recién nacido.
Para poner a salvo a tu hijo dejaste tu vida entera ya que peligro de muerte corría apoyada por tu amado San José abnegada María, que sin dudarlo un día fuiste capaz de abandonar tu vida solo para cumplir tu misión.
Padre Nuestro
Siete Ave Marías
TERCER DOLOR – Jesús de niño perdido en el Templo
Desesperada y decidida lloraste la perdida de tu hijo, aunque ha de aparecer tu corazón la razón no ha de entender, solo entiende que tu hijo te necesita y que muchos peligros ha de corres, bendita seas Virgen María, cúbrenos con tu mando y líbranos de peligro amen.
Padre Nuestro
Siete Ave Marías
CUARTO DOLOR – Encuentro con Jesús camino al calvario.
Que profunda herida se ha formado en tu alma dulce y amada María, cuando ves con ese ardor, el sufrimiento que vive tu hijo en busca de nuestro perdón, amada Madre María, perdónanos con amor, porque por tus pecadores hijos el calvario que Jesús sufrió.
Padre Nuestro
Siete Ave Marías
QUINTO DOLOR- María a los pies de la cruz
Con el alma llena de sufrimiento Virgen Sagrada María ves con ojos de agonía el martirio de Jesús, mientras unos inmorales lo clavetean en la cruz, maltratando a tu amado hijo que será nuestro salvador y que solo por nuestros pecados la vida tu hijo entrego
Padre Nuestro
Siete Ave Marías
SEXTO DOLOR- La Virgen María recibe muerto a Jesús
Después de la agonía y el sufrimiento que en la cruz tu hijo sufrió amada Madre mía te acompaño en tu dolor, tener que llevarlo al sepulcro después de que tanto amor entrego, maltratado y humillado como un vulgar ladrón juzgado por el delito de su infinito amor
Padre Nuestro
Siete Ave Marías
SÉPTIMO DOLOR – María lleva a Jesús ante el sepulcro y queda sola
Que soledad la que embarga tu corazón Madre mía, dejar a tu hijo en una lapida fría, lo trajiste al mundo para lograr nuestra salvación y un injusto pago recibió por su misión, ahora desconsolada y sola clamas al cielo que por lo menos en la vida eterna logremos la paz y el perdón.
Padre Nuestro
Siete Ave Marías
Te alabamos, Santísima y abnegada María
Corona de los 7 dolores de María
(Esta oración nos trae el recuerdo de los 7 dolores que sufrió María a lo largo de su vida, por amor a Jesús)
Madre amorosa y solicita que aunque viste los 7 dolores por los que paso tu hijo con pie de plomo al lado de la cruz ,seguiste bendita y alabada como reina del cielo.
Unida por tu amor infinito a tu hijo Jesucristo, rogamos ser merecedores de llamarnos tus hijos con la esperanza de que ilumines nuestro camino.
El Rezo de la Corona Dolorosa es una práctica religiosa muy importante en la tradición católica. Esta oración, también conocida como el Rosario de los Siete Dolores de María, se concentra en los sufrimientos de la Virgen María durante la vida de Jesús.
La Corona Dolorosa se divide en siete misterios, cada uno centrado en una experiencia de dolor que María experimentó durante la vida de su hijo.
Los siete misterios de la Corona Dolorosa incluyen el dolor de la profecía de Simeón, el dolor de la huida a Egipto, el dolor de la pérdida del niño Jesús en el templo, el dolor de encontrarse con Jesús camino al Calvario, el dolor de la crucifixión y muerte de Jesús, el dolor de sostener a Jesús en sus brazos después de la crucifixión y el dolor de enterrar a su hijo.
Es una forma de reflexionar sobre la vida y la muerte de Jesús, y sobre la compasión y el amor incondicional de María hacia su hijo.
Esta oración también es una forma de encontrar consuelo en momentos de dolor y sufrimiento, ya que María es un símbolo de esperanza y fortaleza en momentos de adversidad.
En resumen, el Rezo de la Corona Dolorosa es una práctica profundamente significativa y espiritual para aquellos que buscan conectarse con su fe y encontrar consuelo en los momentos difíciles de la vida.